La evolución del fútbol hacia un juego posicional
13 de Febrero de 2024 a las 16:35
El fútbol moderno ha experimentado un cambio notable en su estilo de juego en las últimas temporadas. Los equipos han evolucionado, y esta transformación se refleja en un enfoque más posicional en el campo. Este cambio ha generado un interesante debate en torno a la disminución de un indicador clave: los pases progresivos (PrgP), aquellos que impulsan el avance hacia la portería rival con un enfoque ofensivo.
Históricamente, los PrgP se consideraban un elemento vital en la construcción de jugadas de gol. Estos pases destacaban la capacidad de un equipo para desplazarse rápidamente y con precisión hacia el área rival, buscando crear oportunidades claras de gol. Sin embargo, las últimas estadísticas muestran una disminución gradual en la producción de estos pases, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la efectividad y la necesidad real de este enfoque directo.
La razón principal detrás de esta tendencia es el cambio hacia un juego más posicional. Los equipos han optado por estrategias que priorizan el control y la posesión del balón, estableciendo una base sólida a través de jugadores técnicamente más hábiles y una estructura táctica que enfatiza la retención del balón en lugar de avanzar rápidamente. Este énfasis en el control y la paciencia ha limitado la cantidad de pases directos que buscan romper líneas defensivas y crear oportunidades de gol.
Este cambio plantea un desafío interesante para los entrenadores y estrategas, así como para los analistas del juego. La disminución de los PrgP plantea la pregunta: ¿se está perdiendo efectividad en el juego ofensivo al disminuir la producción de estos pases directos? La respuesta es más compleja de lo que parece. A pesar de la reducción en los PrgP, la efectividad de los equipos para anotar goles no necesariamente se ha visto afectada de manera negativa.
Otro indicador relevante que refleja un estilo de juego más posicional es la frecuencia de pases laterales. Los datos recopilados entre las temporadas de 2015 y 2020 muestran un notable aumento en la realización de pases laterales, lo que sugiere una tendencia hacia un juego más orientado a la posesión y la distribución estratégica del balón.
Para validar esta afirmación, podemos examinar el encuentro de La Liga de la jornada 11 que enfrentó al Rayo Vallecano y la Real Sociedad
La estrategia post-pérdida de balón se enfoca en reunir un gran número de jugadores en el centro del campo. Esto genera un patrón en el equipo oponente, propiciando una menor cantidad de pases progresivos y más pases hacia la defensa. Este enfoque culmina en un pase hacia la defensa, buscando así una nueva forma de atacar a la Real Sociedad.
En una acción similar, la disposición del equipo de R. Vallecano muestra la dificultad del equipo contrario para jugar por el interior. La abundancia de jugadores en posición crea una barrera, dificultando el avance por esa zona.
En este partido, el intento de crear peligro para superar al equipo rival se logra mediante pases diagonales. Estos pases permiten romper varias líneas del oponente, evitando el juego posicional y encontrando espacios libres.
El gol de la Real Sociedad surge de un centro desde el lateral tras una pérdida en el mediocampo, lo que dejó a la defensa del Rayo Vallecano un tanto desorientada, a pesar de tener jugadores en la zona.
El gol del Rayo Vallecano fue producto de un disparo desde la distancia, ya que se notaba que el equipo de la Real Sociedad estaba concentrado con numerosos jugadores en su zona central y defensiva.
Esta estrategia obligó al Rayo Vallecano a buscar oportunidades a través de pases laterales o, en esta ocasión, a través de tiros desde media y larga distancia.
Yudie Hardione
Analista de fútbol en Longomatch