El efecto Alcaraz
1 de Julio de 2025 a las 12:28

Tras un periodo de incertidumbre, Carlos Alcaraz fue fichado oficialmente por el Everton, que ejecutó la opción de compra de 12,6 millones de libras en su cesión desde el Flamengo, convirtiéndole en el primer fichaje del verano y el primero bajo la nueva propiedad del Friedkin Group.
Aunque al entrenador David Moyes le costó convencerse, y Alcaraz tuvo pocos minutos al inicio de su cesión en enero, el gran tramo final de temporada del argentino fue clave para su fichaje definitivo.
Con dos goles y tres asistencias en 16 partidos (7 como titular), su etapa con los Toffees estuvo llena de aspectos positivos, ya que el jugador de 22 años mostró destellos de una calidad incuestionable.
“No había ninguna duda. Al final de la temporada, era el acuerdo que todos queríamos cerrar cuanto antes, así que estoy realmente contento. Tiene algo distinto: levanta la cabeza, conduce con el balón y siempre busca opciones a su alrededor. No tenemos muchos jugadores que se sientan cómodos con el balón, pero él, sin duda, pertenece a esa categoría”, declaró Paul Brown, del pódcast Paddock Blues, a la BBC Radio Merseyside.
Una vez adaptado a la vida en el Everton, una de las cualidades que más destacó en Alcaraz fue su inteligencia sin balón, que no tardó en hacerse notar.
Calculador e inteligente, su capacidad para cronometrar y dirigir sus movimientos con precisión fue una de sus mayores virtudes, ya que supo explotar con maestría los espacios libres dejados por sus compañeros o las fisuras en el sistema rival. Ya fuera por las bandas, a la espalda de la defensa o entre líneas, el ex de la Juventus y Southampton demostró su valía.
Su gol en el minuto 64 contra el Newcastle United fue una muestra perfecta de ello, exhibiendo su instinto para leer la trayectoria del balón, realizar un desmarque decisivo y culminar la jugada con acierto.
Igualmente cómodo bajando a recibir para enlazar el juego o rotando por todo el frente de ataque, donde incluso puede actuar como delantero ocasional, su versatilidad táctica le convirtió en un recurso valioso para Moyes, ya fuera de inicio o desde el banquillo.
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Otra de sus virtudes es su capacidad para adaptarse a lo que ocurre a su alrededor. Ya sea apoyando a Beto aprovechando peinadas o segundas jugadas, o sirviendo de apoyo en zonas reducidas, la inteligencia posicional de Alcaraz potencia el peligro del ataque del Everton y les ayuda a avanzar metros. En un equipo que suele jugar de forma directa, esto aumenta su efectividad en disputas por balones divididos.
Con el balón en los pies, Alcaraz demuestra una gran calma y compostura tanto en transiciones como en fases de posesión controlada. Sabe gestionar la presión rival y toma decisiones rápidas para conservar la posesión y hacer progresar al equipo.
Además, su bajo centro de gravedad y físico compacto le permiten aguantar contactos sin perder el equilibrio.
Su primer toque le ayuda a zafarse de la presión, ya que interpreta bien las situaciones y sabe cuándo proteger, girar o soltar el balón para maximizar las opciones de éxito.
También son muy valiosas su aceleración y agilidad, que le permiten cambiar de ritmo y dirección rápidamente para separarse de sus marcadores.
En el pase, también destaca: sus combinaciones –paredes, toques sutiles, apoyos de cara y taconazos– suelen estar bien ejecutadas y aportan dinamismo al ataque.
Cuando se acerca al área, su capacidad de golpeo también supone una amenaza. Puede sacar buenos centros, pases atrás y disparos desde diferentes posiciones.
También es peligroso a balón parado, con una técnica que le permite imprimir rosca, efecto, caída o potencia en una amplia variedad de jugadas.
Con un rendimiento ofensivo prometedor y la capacidad de cambiar un partido con una acción de calidad, su influencia en el último tercio le da un valor añadido al equipo.
Aproximadamente seis meses después de su llegada a Merseyside, Alcaraz parece plenamente integrado en la plantilla y el sistema táctico. Ya familiarizado con el estilo del Everton y compenetrado con sus compañeros, su adaptación a la Premier ha sido notable, lo cual le permitirá arrancar con fuerza en la campaña 2025/2026, sin necesidad de un nuevo periodo de ajuste.
“Ha sido un gran comienzo, pero ese inicio también se basa en la confianza que mis compañeros me dan día a día, en los entrenamientos, con el cariño que he recibido de ellos, así que la verdad es que ha sido muy bonito”, declaró al sitio web del Everton.
“Con ese afecto, con esa confianza que me transmiten mis compañeros, seguiré intentando mostrar mi juego y ojalá todo siga yendo bien para mí, pero, más importante aún, que le vaya bien al club.”
También habló sobre la influencia de Moyes: “Moyes es una gran persona, un gran entrenador. Nos da mucha confianza tanto a mí como a mis compañeros, pero quizá aún más a mí por ser el último en llegar a un equipo que ya estaba formado”, explicó.
Con el Friedkin Group marcando el inicio de una nueva era en el Everton, el talentoso Alcaraz, en plena madurez futbolística, está preparado para tener un papel protagonista y convertirse en una pieza clave en la construcción de la identidad del equipo durante los próximos años.
Mientras el Everton mira al futuro, su evolución será uno de los focos a seguir muy de cerca.
Por Edward Stratmann.
X: @EdwardStratmann